VIÑEDOS
Todos nuestros vinos provienen de viñedos propios que son trabajados de forma tradicional y con un
profundo respeto a la naturaleza y sus ciclos biológicos.
Una característica singular de los viñedos, son los nombres. Éstos han aparecido con el tiempo y nos
narran la historia y esencia del lugar.
El centenario cuartel La Regalona, por ejemplo, debe su nombre a su abundante y noble producción.
Somos viñadores de la tradición vitivinícola más antigua de Chile.
Nuestra voluntad y anhelo es continuar con el cultivo de las llamadas cepas patrimoniales.
Entre las más antiguas se encuentran las cepas País y Moscatel de Alejandría, introducidas al país en 1548.
Luego destacan la Moscatel Rosada y Carignan, cultivadas hace al menos 70 años.
La antigüedad de nuestros cuarteles varía entre los 60 y 150 años y se cultivan en
cabecera o gobelet, como es característico en esta zona.
Destacan también, pequeñas producciones de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc.
Todos nuestros viñedos son de pie franco.
Viña Prado se ubica en el secano interior a 36 km al oeste de Chillán. Este territorio
aledaño a la cordillera de la costa, es conocido por ser una zona de plantaciones de viñedos sin riego (de rulo) que se caracteriza por sus suelos de topografía ondulada y de baja materia orgánica. Tiene un clima meditarráneo, templado-cálido, con estación seca de 4 a 5 meses. Condiciones climáticas ideales, que permiten alcanzar frutos con óptima madurez, produciendo vinos balanceados y de buena acidez.
Sus característicos suelos rojos de materiales graníticos y arcillosos, con un alto
contenido de cuarzo en las primeras capas, son el sustrato perfecto para el cultivo de nuestras cepas. Una característica singular, son las raíces profundas, arraigadas por siglos a los suelos del Valle del Itata.
Nuestros viñedos son cultivados de forma tradicional y en un diálogo constante entre la naturaleza y el que cultiva.
Los viñedos son sólo regados con agua de lluvia y están libres de pesticidas e insecticidas. Por esta razón, es requisito la preparación del terreno. Éste se cultiva a la vieja usanza, utilizando los métodos de arado a caballo, rastreado y cruza.
Consecuentes con nuestra ética de producción natural, cada parra se cava, poda y cosecha cuidadosamente a mano.